martes, 19 de abril de 2011

Campesina

Fue parida sin su cargamento de abrazos. Desprovista de besos. Ya nació sin las mínimas herramientas para la ternura. Es una mujer que percibo siempre lejos, a través de un agite de pañuelos en despedida. Como si fuera una difunta viva. Inalcanzable. Es una mujer temblando en la distancia de los desamores (siempre los desamores). Nunca pudo andar por sendas de aguas y cielos tranquilos. No supo encontrar esos espacios en las trampas de la vida.

Percibo la errancia de esa mujer pequeña con un dolor siempre a la espalda. Con una ausencia infinita al fondo de sus ojos. Con un dibujo triste en su piel de lunas solas. Nunca brotaron cascadas de risa de su boca. Siempre el rictus. Siempre el ceño amarrado al desaliento. Siempre entrampada entre la miseria y la rabia. Pero qué fuerza tiene entre huesos y nervios, esta mujer que no tuvo soles en sus labios. Ni palabras de futuro. Ni sueños de amor. Ni canciones. Ni el nombre de un hombre al que aferrarse. Sobre el cual llorar. Abandonarse.

Qué fuerza la de esta mujercita que ha vencido el cansancio errático de sus largos pasos. Que se yergue con el rostro amenazante para enfrentar a sus demonios de cada día, y los vence.

Dónde estarán las alas de esta mujer que sobrevoló sobre los arados y los mares. Que sobrevoló su propia vida. Que la va dejando atrás. Sin mirarla. Dónde estará el manojo de estrellas que le pertenece a sus carnes dolientes. Dónde, la copa de vino que inflame su espíritu de luchadora. Ella que batalla, que cae y se levanta, que se aferra a los látigos del relámpago con manos adoloridas, pero siempre firmes. Que llora desde su frente, porque los ojos son el escudo seco de su coraje.

Y sin embargo, su presencia tiene sabor a pan y a cantos. A leche tibia. A regazo añorado. A besos pendientes. A religiosos ritos ancestrales. A palabras de amor en gestación. Su presencia es un ánfora llena por darse. Siempre por darse. Aunque nunca se dé, atados como están sus ímpetus amorosos a su tristeza larga. A su tristeza…

A.F.

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