martes, 9 de agosto de 2011

Lluvia

a mis hijas Laura y Diana

Pequeña lluvia que pinchas mis ventanas
Lluvia constante, breve, precisa, leve
¿Cómo te llamas amado cuerpo de agua, lluvia del génesis?
Lluvia de todos los diluvios, lágrima del apocalipsis
¿De dónde vienes con tu humanidad milenaria de mujer?
¿Me buscas o soy sólo un habitante de tu soledad?
¿A qué nombre volteas tu cabellera infinita qué moja las estrellas?
Te digo Laura y no te inmutas
Murmuro Diana y sigues como sorda en tu canto brumoso
Lluvia vagabunda, rebelde, irreverente, transgresora como yo
Lluvia que me mojas por el lado de los huesos y los nervios
Lluvia que te canto y te lloro en el mismo cantar
¿Laura, Diana?
Entra, te abro las ventanas, moja mis libros, mis paredes
Invádeme la casa, lluvia, amiga dulce y doliente lluvia
Acompáñame a labrar, a tallar palabras para siempre
Nombremos juntos las cosas que no existen para que vivan
Ven, minuciosa, exhaustiva
Palpa la máscara lívida de este rostro que se tutea con cuchillos
Enterremos tristezas y alegrías como huesos de difuntos
Cóseme la memoria a tu bruma para no pensar
Tráeme el concierto de tu banda de grillos
Prepárame el pan de fuego que me levantará al nuevo día
Laura, Diana
Lluévanme serenas y hermosas, femeninas y blandas
Que el tiempo no amaina en esta desnudez de horizontes

A.F.

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