domingo, 8 de mayo de 2011

De ausencias

Me paraliza una larga pausa cuando falla el lápiz. Cuando lo escrito se quiebra. Me detienen las telarañas del techo o quizás la inquietud de qué tan delgada tendrá la cintura mi primera novia.

Un camino me recorre. Mientras dilato la voz, resuenan chasquidos de páginas secas. Hay neblina mientras no escribo, pero está dentro de mí. Intento reparar el filo amellado de las ideas. Pero mientras se cura la palabra rota sé que nieva en Galicia o que nevó o que nevará. Sé que un viento salvaje golpea tu puerta. Que el granizo en los tejados y el frío de no vernos borra con su mano la mancha roja en tu mejilla.

A.F.

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